sábado, 30 de marzo de 2013

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Para los más peques...

A mi niño le encanta ayudarme a hacer bizcochos, cupcakes, etc. y muchas veces, el pobre, ve su creatividad mermada porque no le dejo poner sus figuritas de fondant (ángelico, sólo tiene 3 años) o las decoraciones que él cree convenientes. Así que ayer le dí vía libre y se entretuvo bastante, jejeje.

Me había sobrado un poco de buttercream del otro día, pero no tenía nada hecho (ni cupcakes, ni galletas...), así que eché mano de las que tenía en el armario (de las industriales, vamos).

Primero le dejé elegir qué quería decorar: TODO (jejeje, galletas, magdalenas, lo que pillara). Después le pregunté de qué color quería tintar la buttercream: AZUL (pero azul, azul, ¿eh? nada de azul claro o a medias tintas). Seguidamente le rellené la manga pastelera y, ¡allá vamos, a decorar!

Lo más gracioso es que casi la mitad de lo que salía de la manga pastelera caía en su boca, jajaja. Menos mal que esta buttercream era la mitad de queso para untar y, así, por lo menos, no tenía tanta grasa.

Cuando terminó con la buttercream, decidió que quería ponerle purpurina azul por encima y, luego, bolitas y fideos de colores. ¡Dicho y hecho! Aquí tenéis los resultados:




¿A que tengo un pequeño artista en casa? ;-)

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