Bundt de chocolate

Os cuento: para esta receta me despisté un poquillo y no la hice al pie de la letra (ya se sabe lo que pasa cuando hay peques de por medio "deja a tu hermana", "no toques eso", "no te subas ahí"...y una interminable lista de frases que solemos decir las mamás muy a menudo, jejeje). A pesar de todo, no quedó mal y pude solucionar el problemilla con el que me encontré y que os contaré a continuación.

 

Esta receta (al igual que la del "red velvet") la saqué de bake-mania: http://bake-mania.com/2013/10/10/bundt-de-chocolate-el-mejor-del-mundo/ Os la pongo tal cual:

Ingredientes:

• 220 gr de harina
• ½ cucharadita de bicarbonato
• ½ cucharadita de sal
• 90 gr de cacao en polvo puro
• 190 ml de agua hirviendo
• 85 gr de chocolate negro para postres
• 190 ml de buttermilk (ó 190 ml de leche mas 1 ½ cucharaditas de vinagre blanco o de manzana)
• 170 gr de mantequilla
• 330 gr de azúcar moreno
• 2 huevos
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla

Comenzamos precalentando el horno a 175ºC y engrasando bien el molde que vayamos a usar. Yo también lo espolvoreé con cacao para evitar que el bundt se pegase porque era la primera vez que lo hacía y no sabía muy bien que esperar.
En un recipiente tamizamos y mezclamos la harina, el bicarbonato y la sal. Reservamos.

Añadimos el cacao en polvo al agua hirviendo.
Añadimos también el chocolate y mezclamos hasta que se derrita. Incorporamos el buttermilk.
Batimos la mantequilla, previamente derretida, junto con el azúcar. Añadimos los huevos, de uno en uno, y el extracto de vainilla.
Por último incorporamos la mezcla de ingredientes secos, alternando con la mezcla del cacao.
*Nota: aquí Lara (la chica que nos ofrece la receta) nos dice que la mezcla queda muy líquida, pero que es normal, que al final sale riquísimo ;-)
 Vertemos la mezcla sobre el molde y horneamos durante unos 50-60 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro del bizcocho salga limpio, sin restos de masa.
Dejamos enfriar por completo en el molde antes de desmoldar.
Para terminar de decorarlos podéis cubrirlo con una glasa como la mía (esto también es de Lara, no es mío), hecha a base de azúcar glas y leche. Solo tenéis que añadir leche al azúcar hasta que adquiera la consistencia deseada. Por último lo espolvoreé con miguitas de galleta oreo.
 
A mí se me olvidó añadir agua y cacao soluble. No sé si fue por eso, pero tuve que tener el bizcocho en el horno durante casi dos horas. Lo puse en la bandeja de abajo del todo y disminuí la temperatura un poco para que no se quemara. Quemarse no se quemó, pero quedó muy duro por fuera y tierno por dentro. Lo guardé en una tartera con tapa cuando se enfrió y...¡sorpresa! Al día siguiente (no sé si fue por la condensación de la humedad, por el calor...) estaba todo tiernecito, los bordes ya no estaban duros ni resecos. Fue una alegría, la verdad :-)