La masa de los fartóns es similar a la de las monas, roscón de reyes, etc, y están riquísimos tomados en el desayuno, en la merienda con un trocito de chocolate o en cualquier momento del día. La única "pega" que les encuentro es que se quedan duritos muy pronto (al menos eso es lo que me pasó a mí) y como ya me imaginaba algo así, hice la receta con la mitad de las cantidades para no hacer mucho.
INGREDIENTES: (para unos 9 fartóns más o menos)
250 gr. de harina de fuerza
25 ml. de agua
62 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
75 gr. de azúcar
1 huevo
25 gr. de levadura de panadero
1,5 gr. de sal
*Para el glaseado 100 gr. de azúcar glass y 20 ml. de agua
ELABORACIÓN:
1) Deshacer la levadura en un poco de agua tibia.
2) Mezclar el huevo, el azúcar, la sal, la mantequilla y el agua. Cuando esté bien mezclado, añadir la harina y la levadura. Debe quedar una masa esponjosa.
3) Dejamos que la masa "suba" durante unas 2 ó 3 horas, depende de la temperatura de la habitación (cuando veamos que prácticamente ha doblado su volumen estará lista). A más calor, antes subirá. Yo una vez leí un truco que me ayudó bastante: meter la masa (que estará en un bol y éste, a su vez, cubierto con un paño) en el horno a unos 40º.
4) Amasamos para sacar el aire. Hacemos bolitas con la masa y las alargamos dándoles forma de fartóns.
5) Dejamos reposar entre media y una hora para que se "hinchen" un poquito.
6) Horneamos unos 8 ó 10 minutos a 200º hasta que estén dorados.
7) Cuando estén fríos, añadimos el glaseado.
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